Una mujer que aporta al desarrollo del país desde la región
- Comunicación Institucional
En el más reciente escalafón de investigadores derivado de la convocatoria 0833 de Colciencias, la Dra. Bermeo fue reconocida en la categoría Senior.
Helga Patricia Bermeo Andrade, profesora e investigadora de Unibagué, fue reconocida por el portal periodístico La Silla Vacía como una de las 50 mujeres que transforman región en Colombia debido a sus aportes desde la C&T (ciencia y tecnología) al desarrollo agrícola y agroindustrial de la región.
Helga Patricia Bermeo Andrade, profesora e investigadora de Unibagué, fue reconocida por el portal periodístico La Silla Vacía como una de las 50 mujeres que transforman región en Colombia debido a sus aportes desde la C&T (ciencia y tecnología) al desarrollo agrícola y agroindustrial de la región.
Dicho portal resalta su labor científica, los proyectos más significativos de su vida académica, por su mayor incidencia para la sociedad tolimense. Entre ellos, destacan el liderazgo en la ejecución del proyecto Logística para la integración de valor de la cadena hortofrutícola del Tolima, desarrollado en 2013 y 2017 en financiación con el Fondo de C&T del Sistema General de Regalías de la Gobernación, para mejorar e incentivar la producción agrícola en el departamento.
Esto derivó en importantes y variados resultados, entre ellos, dada su participación como coinventora, el desarrollo del Equipo portátil, ergonómico y eficiente para el soasado de hojas del género musa (recientemente reconocido como Patente de invención según la Resolución No. 31723 de la Superintendencia de Industria y Comercio).
Las características de estos trabajos denotan su pasión por el agro, motivada, en parte, por su procedencia rural de Saladoblanco, un pequeño municipio del Huila, al igual que por la naturaleza propia de su formación, en tanto es profesional en Ingeniería Industrial con estudios avanzados de doctorado en Proyectos de Ingeniería e Innovación.
Su gran logro es poner al servicio de las comunidades agrícolas de las zonas rurales del Tolima la ciencia y la tecnología que conoce y puede transferir en las dimensiones individual o colectiva, para generar en ellas nuevas formas de ejecutar procesos de poscosecha, que den a los productos que cultivan un valor agregado a lo largo de las agrocadenas que facilitan su comercialización, con modelos de producción más eficientes, sostenibles e inclusivos.
Su gran logro es poner al servicio de las comunidades agrícolas de las zonas rurales del Tolima la ciencia y la tecnología que conoce y puede transferir en las dimensiones individual o colectiva, para generar en ellas nuevas formas de ejecutar procesos de poscosecha, que den a los productos que cultivan un valor agregado a lo largo de las agrocadenas que facilitan su comercialización, con modelos de producción más eficientes, sostenibles e inclusivos.
Esta labor la lleva a cabo con el apoyo de los otros miembros del grupo de investigación GINNOVA, al que pertenece desde su fundación en 2000. Es una razón clara para ser reconocida en el ámbito nacional como una mujer que transforma desde la región, desde el Tolima.
(Ver también: Nuestros indígenas del sur inspiran una patente para Unibagué)
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¿Por qué decide trabajar con el sector agrícola?
El soasado de las hojas: un proceso por mejorar y tecnificar
La producción de hoja de cachaco es una práctica ancestral que practican los habitantes de Natagaima y Coyaima al sur del Tolima, de la que subsisten alrededor de 500 familias tolimenses con legado indígena.
Son hombres y mujeres que aportan a nuestro patrimonio gastronómico sus sabores y saberes, con la producción de las hojas de cachaco que se utilizan, mayoritariamente, como envoltura para uno de los alimentos tradicionales de la gastronomía tolimense: los tamales.
Cada vez es mayor la demanda de dichas hojas en la región debido al posicionamiento comercial de este plato típico. Sin embargo, pese a que a simple vista el ejercicio de producción parece orgánico y ambientalmente amigable, no lo es del todo.
En la poscosecha, los productores del cachaco pasan las hojas sobre el fuego, buscando que se hagan más maleables y resistentes al deterioro natural. Para ello, crean hogueras en espacios abiertos desde las que se emiten humos que son nocivos para el ambiente y para ellos.
Precisamente esta práctica del pringue de la hoja en hogueras hechizas llamó la atención de Helga Patricia y su equipo investigador, en tanto que vieron, en la etapa de cocción, una oportunidad de transformar y mejorar el proceso.
¿En qué se beneficiarán los indígenas con el prototipo desarrollado?
Un mujer académica y algo más
Helga Patricia es afable y tiene sensibilidad aguda. Detrás de la sobriedad de sus palabras, de su postura lineal y de su seriedad profesional, hay una mujer que ríe, que se ejercita, que ama, porque, aunque su vida es la academia, también está inmersa en la academia de la vida, esa que le ha enseñado otros saberes. En ella también hay una historia de superación, con todos los dramas y colores que enriquecen la existencia.
Se trasladó a Ibagué en 1980 con sus padres, don Rodrigo y doña Teresa, y con sus hermanos, Carlos Iván y María Liliana. Desde temprano fue entrenada para aprender, pues en la casa estudiar era una prioridad y una obligación impostergable, pero nada incompatible con otra de sus pasiones: el amor por deporte.
Desde su adolescencia, los hermanos Bermeo solían salir a trotar y montar bicicleta y, al poco tiempo de llegar al Ibagué, se vincularon a la Liga de Atletismo del Tolima. Las circunstancias de la vida y las capacidades individuales marcaron un futuro diferente para los hermanos Bermeo: Carlos Iván se convirtió en directivo del deporte de alto rendimiento desde el Comité Olímpico Colombiano y Coldeportes; María Liliana fue, por más de 12 años, destacada deportista miembro de la selección Colombia de Atletismo en múltiples competencias nacionales e internacionales, y Helga Patricia optó por la vida académica en la Universidad de Ibagué, luego de sufrir una grave lesión en una competencia atlética.
Algo hicieron bien sus padres para dar a este país una generación de hijos de sus características. En Helga Patricia se evidencia una entrañable relación con su núcleo familiar y un especial agradecimiento con todos los amigos que le han acompañado en su vida como mujer y como profesional.
¿Qué tan tolimense se siente Helga Patricia?
Así es esta mujer que transforma el país desde la región: una mujer multifacética y fuerte, que ha cursado todos sus estudios nacionales e internacionales como becaria, que se recompone frente a cualquier adversidad, que se ejercita en bicicleta, que ocasionalmente expresa su lado artístico y que lleva al Tolima en su mente y en la piel, en el corazón y en el habla, buscando aportar con su quehacer docente e investigativo al desarrollo socioeconómico sostenible del departamento.
